lunes, 1 de agosto de 2011

GUION DEL NO ABANDONO
















GUIÓN


El guion es el primer plan de supervivencia, inconsciente, automático, repetitivo y progresivo, decidido y adoptado por el niño antes de los siete años para adaptarse a los requerimientos de sus padres o adultos significativos, conservarlos y sobrevivir.

El guion constituye en el adulto, la parte no adecuada, no actualizada ahora de su primer plan de supervivencia; le fue útil al niño allá y entonces, aquí y ahora en el adulto, genera fracaso, enfermedad y sufrimiento; resta al individuo autonomía, creatividad y poder, puesto que se fundamenta en la experiencia del niño, en el pasado, y no en el aquí y ahora del adulto.

Cuando el individuo descubre y conscientemente cambia partes  de su guion recupera poder y eficacia para la interacción social, la salud y el bienestar propio, de su familia y colectivo.   

          

MANDATO GUIONOSO DE NO 

ABANDONAR



Este mandato o guion lo pudimos haber aprendido de nuestros padres y abuelos que decían que el matrimonio es para toda la vida, pase lo que pase, sin importar la calidad de vida que se esté llevando. También se ejerce el guion cuando inconscientemente se dice: no puedo dejarlo, es que puedo, a pesar del futuro incierto que me espera si sigo con esta pareja, a pesar de la incompatibilidad que se lleve por los pocos propósitos del otro, o por el estilo de vida que lleva: tranquilo, descuidado, agresivo, descalificador, sin metas para el futuro, sin propósitos claros, resignado a la suerte, sin un empleo o profesión definida.

Este guion o mandato de no abandonar es muy perjudicial en la búsqueda de pareja, pues fácilmente se confunde con el amor; se cree que con esa persona se tiene una química positiva, sin darse cuenta que está respondiendo al mandato inconsciente de no abandonar, supuestamente porque hay que ser fiel. Ya la biblia nos previene contra este guion cuando dice: “cuando el hombre o la mujer encuentra la ayuda adecuada. Dejara él y ella a su padre y a su madre” (Gn. 2, 24). Entiéndase bien, cuando se encuentre la ayuda adecuada, que acompase con mis propósitos, mas no que le siga el juego al guion. Y esta ayuda adecuada es cuando cada uno aportando de lo suyo haga crecer lo nuestro o sea nuestros propósitos; sin pretender que el otro llene todas mis expectativas o que yo llene totalmente las expectativas del otro, esto haría a uno de los dos dependientes del otro y se perdería la individualidad del ser, donde Yo soy Yo y Tu eres Tu; en donde soy responsable de mi bienestar y tu eres responsable de tu bienestar; donde yo comparto contigo si yo quiero y tu quieres y tu compartes conmigo si tu quieres y yo quiero, y eso está bien y es sano para la pareja.

El guion de no abandonar lo alimentamos inconscientemente cuando decimos mi mama o mi abuelita si es aguantadora, es una santa, sufre callada, no protesta por nada, no reclama nunca, es un ejemplo a seguir y remachamos el guion diciendo: es que si sabe aceptar la voluntad de Dios. Esto no es el amor, esto no es el matrimonio ni la vida de pareja; todo esto hace parte de una relación enfermiza, enguionada.

La verdadera pareja que puede terminar en matrimonio debe estar madura y ser libre para escoger; poder cambiar de novio si este no llena plenamente los mínimos requisitos que requiera la vida de pareja, debe estar libre de apegos y de traumas y poder así decidirse libremente  por el bienestar, no por la aventura ni por la resignación, ni mucho menos alimentando una relación guionosa o simbiótica por el famoso pobrecito, como sufrirá si lo dejo.




CARTA DE DESPEDIDA AL GUIÓN DE NO 

ABANDONAR


Guion o mandato de no abandonar, hoy he decidido alejarte de mi vida, pues si antes te hacía caso creyendo que era una buena enseñanza de mis mayores, hoy he crecido y me he dado cuenta que soy un ser libre, autónomo en mis decisiones quiero dejarte para siempre; pues no te necesito.

Hoy escojo la pareja que yo quiero, con las características que hagan pareja con las mías; como se lo he pedido al cosmos que es el almacén de Dios en el cual encontramos todo lo que necesitamos para ser feliz, para estar bien ahora y en el futuro. Del cosmos atraigo lo que me gusta según la ley de atracción, lo que merezco por ser amado de Dios y creado para ser feliz.

Para encontrar mi pareja ideal estoy decidido a pagar el precio; esperar, como dice el libro del Eclesiastés 6, 7 “si te echas un amigo, échatelo probado y no tengas prisa en confiarte en el”; dejar las amistades que me perjudican; estoy dispuesto a compartir mi vida aportando de lo mío para formar lo nuestro con lo tuyo y lo mío y así superar lo de pobrecito, es que yo aporto todo para verlo feliz. 

Adiós guion de no abandonar, aunque no te odio tampoco te quiero porque yo soy libre para elegir mi pareja; mandato guionoso de no abandonar hoy te cancelo de mi vida pues ya no te necesito y he decidido ejercer mi poder de elegir sanamente mi pareja.





1 comentario:

  1. Es la gracia del cielo. compartir, aprender nuevas herramientas para compartir eso que se lleva en el corazón. Gracias querido hermano por ello. Me gusta mucho tu blog, lo pondré como blogs que sigo para que más personas lo vean.

    Tu hermana que recibe tus bendiciones.

    Magaly

    ResponderEliminar